Port St. Lucie, Florida. Cuando el receptor boricua Omir Santos se enteró de que los Mets de Nueva York habían firmado al veterano Henry Blanco en enero, su reacción fue de frustración.

Después de todo, Santos lucía como sólido candidato a ocupar la posición titular detrás del plato. Y para colmo de males, el 23 de febrero los Mets firmaron a otro receptor, Rod Barajas. Cualquiera se hubiera quedado de brazos cruzados, pero no Santos.

El jugador ha tenido un sólido arranque en los entrenamientos primaverales. Y no tan sólo eso, sino que uno de sus mejores aliados y compañeros ha sido el mismo Blanco.
“Es una situación difícil, pero nada es imposible. Hay que venir a trabajar como lo hice el año pasado, que nadie esperaba eso de mí, y trabajar fuerte para ver qué puede pasar”, expresó Santos en entrevista con Primera Hora.

“(Blanco) es tremendo tipo. Él me dice que le pregunte cualquier cosa que sea de pelota, o de lo que sea, que él está ahí para ayudarme”, añadió Santos.
El boricua y el venezolano comparten casilleros muy cercanos y verlos conversar es algo usual en el clubhouse de los Mets.
“Es un buen muchacho y estamos aquí para ayudarlo, independientemente de lo que pase en el trabajo”, dijo por su parte Blanco.
“La situación (de Omir) es bastante difícil. Lamentablemente, son cosas que uno no tiene control. Ellos (los Mets) son los que tienen el control, uno lo que tiene que hacer es catchear y batear. Ése es el mejor consejo que le he podido dar. Que siga adelante”, añadió el veterano de 38 años.