Por Will González
DUNEDIN, Florida -- Le dio poco más de dos años de servicio a los Yankees, y la temporada pasada se coronó dueño del título de la Serie Mundial por segunda ocasión en su carrera. Nueva York no movió un dedo para tratar de firmarlo en la temporada 2010, pero el puertorriqueño José Molina no ha tomado a pecho su separación de los Mulos.

"Yo ya no pienso en eso. Son cosas del pasado", dijo Molina a ESPNdeportes.com, ahora que milita las filas de los Azulejos de Toronto. "Ellos [los Yankees] saben lo que yo hice por ellos. No me molesta en nada que hallan tomado otro camino".
El venezolano Francisco Cervelli será el principal receptor suplente de los Yankees en el 2010 en vez de Molina, quien fue receptor titular del Juego 2 de la Serie Mundial que ganó Nueva York sobre Filadelfia el año pasado. El también boricua Jorge Posada es el receptor de curso del Bronx.
"Son decisiones que en este negocio se toman. A cambio le debo mucho a que me hayan dado la oportunidad de jugar con uno de los equipos más famosos del mundo y les agradezco muchas cosas", manifestó Molina desde su casillero en el camerino de los Azulejos, en Dunedin, Florida, donde ubican los campos de entrenamiento de primavera del equipo de Toronto.

Molina es reconocido más por su labor detrás del plato que como bateador, donde acumuló promedio de .217, un jonrón y 11 remolques en 155 turnos en 2009.
"Lo que él trae a un clubhouse y lo que hace para ayudar a madurar a jugadores jóvenes, eso no aparece en un 'box score' o se mide con estadísticas", dijo el gerente general de los Azulejos, Alex Anthopoulos, en febrero, luego de firmar a Molina a un contrato de un año.
"A los lanzadores les encanta tirarle a Molina", declaró Ricky Romero, un zurdo de 25 años y lanzador abridor de Toronto. "Ojala él pueda traer lo que él ha aprendido y nos enseñe a nosotros, porque somos jóvenes. Su historial lo dice todo. Campeón mundial dos veces con dos equipos diferentes".
Molina es parte de una familia única en el béisbol de Grandes Ligas. Éste y sus dos hermanos, Yadier y Bengie, han acaparado cuatro sortijas de Serie Mundial como receptores: dos de José (Yankees 2009 y Angelinos 2002); una de Bengie (Angelinos 2002); y una de Yadier (Cardenales 2006).
Molina asegura que está listo servir como guía en la escuadra de talento joven de Toronto.
"Yo traigo lo que siempre traigo para todos los equipos: toda mi experiencia, todo lo que puede ayudar a esos muchachos a sobresalir y echar para adelante. Si yo hago eso, pues ellos van a estar bien y eso es lo que yo quiero. Esa es mi meta, estar aquí. Que todos los muchachos que trabajen conmigo estén bien", dijo Molina.

Éste reconoce que Toronto no lo utilizará como receptor titular este año. El trabajo de receptor principal de Toronto le pertenece, hasta el momento, a John Buck, quien también fue adquirido por los Azulejos este invierno.
Pero Molina, de 34 años de edad, está dispuesto a trabajar al máximo cuantas veces lo pongan detrás del plato, pues dice que todavía no quiere retirarse del deporte.
"Yo siempre he dicho que voy a jugar hasta que me quiten, que me saquen, pero uno nunca sabe lo que va a pasar mañana", dijo Molina.
Por ahora, sin embargo, Molina, está pendiente más del futuro de los lanzadores jóvenes de Toronto que del suyo propio.
"Hay mucho talento. Hay muchos pitchers que tiran duro, con buena velocidad. Ahora lo que hay que hacer es llevarlos, poco a poco, a que se hagan mejores pitchers de lo que ya son. Esa es la meta de nosotros este año", señaló.