Esta primavera no será diferente a las últimas dos para el espigado lanzador boricua Jonathan Albaladejo.

Una vez más se ha visto obligado a presentarse a los campos de entrenamiento no sólo a buscar una plena condición de juego, sino a demostrarle a la dirección de los Yankees de Nueva York que pertenece al equipo grande.

Como en las últimas dos temporadas, Albaladejo está luchando por conseguir un puesto en el cuerpo de relevistas del equipo.

Viene de registrar un récord de 5-1 en la campaña del 2009, pero su promedio de carreras limpias fue de 5.24.

“Estoy haciendo en estos campos de entrenamiento lo mismo que he hecho en los otros: tratar de hacer este equipo”, dijo el relevista derecho.

“El año pasado lo logré hacer, pero después me bajaron. Ahora lo que quiero es trabajar duro para poderme quedar aquí arriba. No me puedo dar el lujo de que me bajen otra vez”.

Albaladejo tuvo su primera oportunidad de lanzar con los Yankees en la temporada del 2008, cuando impresionó gratamente a los directivos de la organización.

En esa ocasión, tuvo marca de 0-1, pero su efectividad fue de 3.95.

“Tuve dos o tres salidas malas el año pasado, pero tú sabes como es este equipo, si no haces el trabajo vas para abajo. Lo que uno debe hacer es demostrar que puede tirar strikes y sacar outs”, añadió el tirador poseedor de una veloz recta.

“Lo importante es que mi brazo está bien. Hay que meter mano”.

Por otro lado, Albaladejo indicó que no pudo trabajar este invierno en la Isla con los campeones Indios de Mayagüez, debido a que la organización neoyorquina no le otorgó el permiso.

Fue la primera ocasión en su carrera que no trabaja en la pelota invernal.

“A mí me gusta lanzar allá (en Puerto Rico) y lo quería hacer, pero ellos no me dieron el permiso. Creo que me va a hacer bien no haber lanzado en el invierno. Un cambio para ver cómo reacciona el brazo no es mala idea”.