Florida.- Iván Rodríguez ingresó al vestuario de los Nacionales de Washington con la confianza de un veterano político de la capital federal repartiendo apretones de manos como si fuese un acto de recaudación de fondos.
El veterano receptor puertorriqueño se detuvo en cada uno de los casilleros, saludando de mano a sus nuevos compañeros y brindó una atención particular a los lanzadores que pronto le estarán lanzando pelotas a él.

Pudge saludó efusivamente a los veteranos y novatos del equipo.
Algunos de esos novatos se mostraron sorprendidos de que un futuro integrante del Salón de la Fama se presentó ante ellos.
"Hace años lo miraba por la televisión y ahora estamos jugando en el mismo equipo", señaló animado el receptor venezolano Jesús Flores.
Rodríguez ya ha participado muchas veces antes en este proceso de darse a conocer en el equipo.
A sus 38 años, Rodríguez tal vez ya no es la amenaza ofensiva que solía ser. Sin embargo, el pelotero no fue contratado por Washington precisamente por su poderío ofensivo.
"Mi trabajo principal es defender detrás del plato, hacer que el lanzador se sienta cómodo conmigo... ese es mi trabajo", indicó Rodríguez, quien firmó un contrato por dos años y seis millones de dólares con los Nacionales en diciembre.

Sin embargo, Rodríguez es mucho más que un sustituto caro en la recta final de su carrera. Pudge llegó a los campos de entrenamiento de pretemporada en mejores condiciones que algunos peloteros de 20 años o menos, una señal clara de qué es lo que motiva a un pelotero con 14 Juegos de Estrellas y 13 Guantes de Oro. 

"Vine a contribuir. Estoy aquí para ayudar, para marcar una diferencia", agregó Rodríguez.
Mientras Flores se recupera lentamente de una cirugía en el hombro derecho y aún no puede lanzar la pelota o tomar un bate, Rodríguez seguramente estará en cuclillas detrás del plato el primer día de la temporada.
Además, al haber un grupo de lanzadores jóvenes en el Estadio Space Coast, el campo de entrenamiento de los Nacionales, se tiene contemplado que Rodríguez les imparta parte del conocimiento que ha acumulado a lo largo de 19 temporadas en Grandes Ligas.
En febrero pasado, Rodríguez se preguntaba si su carrera habría terminado, pues se terminó el invierno sin recibir una sola oferta contractual.
"Fue una sorpresa, porque nunca pensé que me fuera ocurrir a mí, pero supongo que así es el béisbol", indicó Rodríguez.
Sin embargo, bastó una actuación notable en el Clásico Mundial de Béisbol para llamar nuevamente la atención.
Entonces Rodríguez obtuvo un contrato por una temorada y 1,5 millones de dólares con Houston a mediados de marzo, equipo con el que bateó para promedio de .251 con ocho cuadrangulares 34 carreras producidas en 93 partidos con los Astros, que lo cambiaron a los Rangers de Texas el 16 de agosto.
Sin embargo su regreso con los Rangers, donde comenzó su carrera en 1991 a los 19 años, fue breve.
Empero, al unirse con Washington como su sexto equipo de las Grandes Ligas, le recordó a los jugadores que le ayudaron a aprender los secretos de las Grandes Ligas: peloteros como Nolan Ryan, el puertorriqueño Rubén Sierra, el dominicano Julio Franco y el lanzador Kevin Brown.
Rodríguez piensa en lo que ha aprendido de todos esos veteranos cuando interactúa con sus nuevos compañeros de los Nacionales.
"Probablemente estos nuevos tipos sienten de la misma manera como yo lo hice", añadió Rodríguez.