Tampa. En el 1997, un joven Jorge Posada le seguía los pasos a Joe Girardi, receptor titular de los Yanquis de Nueva York. Posada tenía todos los atributos de un gran receptor y eventual titular de la novena del Bronx.
Trece años después, el receptor boricua cumplió con sus expectativas y ya suma cinco sortijas de Serie Mundial, cinco Juegos de Estrellas y sólidos números ofensivos que lo han convertido en una fuerza con el bate, una rareza para un receptor.
“Gracias a Dios tengo mucha experiencia. Tenemos mucho, mucho talento aquí en el entrenamiento. Muchos muchachos jóvenes tocando la puerta. Pero gracias a Dios, uno se siente bien, uno se siente contento, y todavía pienso que puedo jugar pelota”, compartió Posada con Primera Hora en el Legendes Field, campo primaveral de los Yanquis.
“No sé qué mucho les puedo enseñar”, dijo Posada con una sonrisa, mientras Cervelli lo escuchaba al lado. “Pero si Dios quiere, puedo enseñarles un poquito de las cositas y las mañas que uno tiene para ayudarlos a ellos. Estamos todos en un equipo, nos queremos ayudar unos a los otros, y si él ve algo de mí o yo veo algo de él, obviamente nos vamos a hablar”, añadió.
Por su parte, Cervelli sólo tuvo elogios para Posada. “A la verdad que me siento afortunado de tener a Jorge aquí al lado. Él siempre está dispuesto a contestar cualquier tipo de pregunta y a ayudarte. Yo ando desde el 2006 atrás de él, trabajando. Él ha tenido mucho triunfo en su carrera y ése es el tipo de persona que tienes que seguir”, dijo Cervelli, quien cumple 24 años el próximo sábado.
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