MESA, Arizona -- Geovany Soto vio hace tiempo los casi 110 kilos (242 libras) en la báscula y ni se sorprendió ni se molestó.
"Claro que no", enfatizó. "He visto peores".
No fue sino hasta que el receptor de los Cachorros de Chicago se miró en el espejo y no le gustó lo que vio: Una persona que le había fallado a sus colegas, a su equipo, a sus aficionados y a sí mismo.
"Me parece que había decepcionado a mis compañeros", dijo el Novato del Año del 2008 en la Liga Nacional, cuyo declive en el segundo año después de un primero extraordinario contribuyó a una mala temporada de los Cachorros en el 2009. "Quería expresar que me importa. Necesitaba demostrar que trabajé realmente en el receso de la temporada".
Soto contrató a un fisioterapeuta personal, cambió sustancialmente su dieta e hizo ejercicio con mucho vigor. La próxima vez que sus compañeros le pudieron echar un vistazo -- en enero durante la Convención de los Cachorros -- vieron a todo un deportista en forma que parecía un jugador de cuadro.

"¿Saben qué?", comentó el lanzador venezolano Carlos Zambrano en esa ocasión. "Se ve más bajo".
La descripción pareció desencajar con la realidad, pues mide 1,85 metros pero tiene unos 18 kilos menos y una cintura con unos 15 centímetros menos.
"Es lo mejor que he visto sobre el cuerpo en toda mi vida", dijo Soto. "Tengo mucha energía. Me siento como de 12 años de edad".
En lo que va de los incipientes entrenamientos de pretemporada, el piloto de Soto ha observado una "diferencia considerable".
"Mucho más rápido detrás del plato, mucho más ágil", refirió Lou Piniella el lunes. "Mejor velocidad con el bate; la bola sale botando de su bate. Sé que ha trabajado duro aquí y no se ha quejado en absoluto de cansancio. Está en una forma física tan buena que, !caramba¡"
Mientras se acomodaba en el sistema de los Cachorros, dijo Soto, el hecho de estar pesado no perjudicó su producción. No estaba exactamente delgado en el 2008, cuando fue titular en el Juego de Estrellas y tuvo un promedio de .285 al bate con 23 jonrones, 35 dobles y 86 remolcadas.
Pero en la temporada anterior tuvo un terrible empiezo -- con un promedio de .109 en abril -- y nunca despegó pues finalizó en .218 con 11 cuadrangulares y 47 impulsadas.
Varias lesiones en un hombro y en los músculos oblicuos le costaron a Soto varios períodos fuera de la alineación en la campaña pasada. Incluso, Piniella tuvo que recurrir en varias ocasiones al sustituto Koyie Hill en vez de un Soto sano.
Ahora que está en forma, Soto tiene la intención de ganar un poco de peso muscular de manera que llegue a los 95 kilos (210 libras).
"Nuevo yo, nueva temporada, nueva actitud", dijo feliz. "!Vamos a ganar en el 2010¡"