Tampa, Florida. Para el receptor puertorriqueño Mike Rivera, estar entre los jugadores de los Yanquis de Nueva York en estos entrenamientos primaverales no es suficiente.

Luego de firmar este año un contrato de liga menor con los campeones, Rivera fue invitado a los campos de entrenamiento. Y aunque no tiene garantizado su espacio en la plantilla, el boricua mantiene la esperanza de mantenerse, ya sea al principio de temporada o más tarde en el año.
Y su principal carta de triunfo, según cuenta, es la experiencia de siete temporadas en las Grandes Ligas.

“La oportunidad está”, dijo Rivera a Primera Hora en el vestidor del George M. Steinbrenner Field. “Yo pienso que es cuestión de salir y seguir haciendo lo que yo sé. Salir a batear, jugar buena defensa y traer experiencia. Con mi experiencia tengo una ventaja ahí, y pienso que eso me ayudará a hacer el equipo”, afirmó. 

Rivera, de 33 años, pasó sus últimas cuatro temporadas como receptor suplente de los Cerveceros de Milwaukee, donde acumuló promedio de .266 en 119 partidos, pero, más importante aún, acumuló un perfecto 1.000% de fildeo en tres de sus últimas cuatro temporadas. De igual manera, Rivera se mostró honrado de compartir en el clubhouse con dos de los mejores peloteros de Puerto Rico, Jorge Posada y Javier Vázquez.
“Jorge es uno de los mejores catchers que ha salido de Puerto Rico y de Latinoamérica. Con la experiencia y los campeonatos que tiene, no se puede decir nada. Vázquez es tremendo, es un pitcher que siempre se ha mantenido y, ahora regresando a Nueva York, yo pienso que va a tener un mejor año que el que tuvo en el 2004”, concluyó.